El mes pasado tuvo lugar la formación de formadores de la Escuela de Pacientes de ASPAYM. En esta iniciativa, varias personas con lesión medular adquieren nociones de metodología para transmitir sus conocimientos y experiencias a otra gente en similares circunstancias.
«Les enseñamos a trabajar para un conjunto de personas», explica la psicóloga Bibiana Navarro, responsable de la formación.
«Los formadores aprenden aquí a cómo comunicarse, a cómo y cuándo usar las tormentas de ideas o a reflexionar sobre la importancia de las vivencias de cada participante». A lo largo de estas dos sesiones de formación de formadores, la Escuela de Pacientes ha nutrido a cerca de una docena de personas interesadas en ejercer este rol de cara al futuro.
«La idea es formar a personas expertas en su propio proceso», resume Navarro. «Son gente que ya tienen todas las herramientas a las que brindamos una metodología aplicada». A lo largo de estas sesiones se han compartido trucos y estrategias para volcar en otros grupos de personas. Esencialmente, buscan dirigirse a gente «que se inicie en la tarea de afrontar una lesión medular o tengan otras complicaciones por no haber acometido unos autocuidados».
En la formación de formadores han intervenido personas de ASPAYM Murcia, ASPAYM Catalunya, ASPAYM Madrid, ASPAYM Toledo, ASPAYM Comunidad Valenciana, ASPAYM Málaga, ASPAYM Sevilla, ASPAYM Granada, ASPAYM Islas Baleares y Fundación ASPAYM Castilla y León.
Salud física, social y emocional
Las sesiones de formación de formadores en una Escuela de Pacientes atiende a varias particularidades. Aunque el concepto nazca de la transmisión de destrezas desde las enfermedades crónicas, cada situación tiene sus propias idiosincrasias. Así, la lesión medular debe atender a tres planos diferentes de la salud; la física, la social y la emocional.
Por la parte de la física, se atiende al refuerzo de los autocuidados que deben llevarse en el domicilio y con los que a veces no somos suficientemente disciplinados. Las úlceras por presión, las incontinencias o los estreñimientos son algunas complicaciones de especial riesgo cuando sumamos una lesión medular. En la salud física tampoco debe faltar el deporte y la actividad física, con innegables recompensas frente a la edad y el sedentarismo.
En la salud social se atiende a la importancia de las redes de nuestro alrededor. Las amistades que se acaban y las que empiezan forman parte de ese impacto inicial que provoca la lesión en nuestra vida, esencialmente con el cambio de la mirada de los demás. «Hay que comunicar cómo vivir con ello. Muchas veces se reestructura la vida familiar y la social, y se presentan oportunidades muy positivas», destaca la psicóloga.
Finalmente, la salud emocional descansa sobre la importancia de conceptos como la autoestima o una buena sexualidad, en sí también clave en las saludes social y física: «Hemos de aprender a transmitir que pueden aparecer nuevas cosas, que aportan y que motivan, y que antes no se tenían», concluye.
La Escuela de Pacientes es uno de los programas de ASPAYM vinculados al tramo estatal. Estos proyectos se desarrollan con una subvención concedida por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con cargo a la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y del Impuesto de Sociedades.