Un total de 121 personas, entre profesionales del sector, estudiantes y técnicos de las administraciones locales.
El curso, celebrado el pasado jueves y viernes forma parte del convenio suscrito entre Predif, Fundación Vodafone España y el Real Patronato sobre Discapacidad, tuvo como objetivo perfeccionar la atención ofrecida a los clientes con discapacidad en los establecimientos turísticos de Málaga, según informó este sábado la Plataforma.
“Permitimos que el desconocimiento de algo nos haga crear estereotipos y tratamos injustamente a los que son diferentes”, denunció el concejal de Accesibilidad del Ayuntamiento de Málaga, Raúl López, en la inauguración del curso.
López animó a los asistentes a “buscar un poco más allá elementos de apoyo para mi vida sea tan normal como la tuya”, puesto que “vivir en igualdad consiste en no llamar la atención por algo que no has elegido llamarla”.
Antonio Hermoso, presidente de la recién consolidada Codisa-Predif, uno de los cinco Predif autonómicos, destacó que esta organización considera “la sensibilización, la formación, la asesoría y la investigación sobre accesibilidad en el turismo” como “pilares fundamentales” para contribuir a la normalización del turismo para las personas con discapacidad, con el fin último de que “las personas con discapacidad puedan utilizar y disfrutar, al igual que el resto de la población, de entornos, productos, servicios y bienes turísticos de cualquier destino”.
Por su parte, Francisco José Mérida, miembro de la Junta Directiva de Aspaym Málaga, apuntó que, “según las estadísticas, hay 37 millones de europeos con algún tipo de discapacidad y yo me pregunto qué estamos haciendo, siendo tanto público potencial para las empresas turísticas, que éstas no hacen nada por realmente arreglarlo”.
Jesús Pérez, ‘key account manager’ de Vodafone en Andalucía, explicó que uno de los objetivos de la Fundación Vodafone es “poner las tecnologías al servicio de quien más lo necesita”, como las personas mayores o con discapacidad, porque las tecnologías de la información y de la comunicación facilitan “la igualdad de oportunidades en el ocio, el turismo, la cultura, en todo”.
Los participantes del curso pudieron experimentar la discapacidad en primera a través de una actividad práctica en la que pudieron manejar una silla de ruedas o desplazarse con antifaces y bastones guía, y aprendieron a realizar un diagnóstico de accesibilidad de sus establecimientos que les servirá para ofrecer la información a sus clientes de forma objetiva, veraz y adaptada a sus necesidades.